Al negar la inflación, el gobierno nacional favorece a los
formadores de precios, a las cadenas de supermercados, a los grandes grupos del
poder económico, a los que tienen una posición dominante en el mercado, a los
que llevan a cabo publicidad engañosa, a los que presentan productos en envases
cada vez con menor contenido.
Además,
al manipular los datos del Indec, se ocultan los verdaderos índices de pobreza
e indigencia, con lo cual se impide tomar las medidas adecuadas para
reducirlos.
La
subsecretaría de Defensa del Consumidor suspendió a Consumidores Libres del
Registro de Entidades de Defensa del Consumidor, por realizar un muestreo de
precios de 38 productos de la canasta de alimentos en supermercados y negocios
barriales de la ciudad de Buenos Aires. Esos relevamientos-que se vienen
realizando cada 15 días desde hace 18 años- se llevan a cabo en cumplimiento de
lo establecido en la ley Nº 24.240 de defensa del consumidor, artículo 56,
inciso g.
Sin
darle a Consumidores Libres el derecho a la defensa, invocando los artículos 4,
y 45 de la ley 24.240, que están referidos a los proveedores, no a las
entidades de consumidores, sin dictamen jurídico previo, se aplicó una
gravísima sanción por parte de una autoridad que además no tiene facultades
legales para hacerlo. Un verdadero atropello, un claro abuso y desvío de poder,
un cercenamiento a la libertad de información y expresión, una violación al
artículo 42 de la Constitución nacional.
Mientras
tanto, bancos, tarjetas de crédito y empresas financieras continúan cobrando
tasas de interés abusivas y cargos indebidos, ante el silencio cómplice del
Banco Central. Empresas de medicina prepaga ignoran la ley 26.682, envían
cartas a los afiliados para comunicar aumentos en las cuotas, no autorizados
por la autoridad de aplicación, sin recibir por ello ninguna de las sanciones
previstas en el artículo 45, de la ley 26.682. El Congreso Nacional, donde el
oficialismo tiene mayoría en ambas cámaras, viene demorando inexplicablemente
la sanción de una ley que establezca un marco regulatorio de la telefonía
móvil, declare servicio público la actividad y establezca el sistema de
audiencias públicas cada vez que se pretenda modificar los cuadros tarifarios.
De esa manera, se permite que los usuarios continuemos pagando las tarifas más
caras del mundo y seamos burlados con una deficiente prestación del servicio.
Después
de 13 años de haber sido sancionada la ley 25.156, el Poder Ejecutivo no ha
constituido aún el Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia, que hubiera
permitido desbaratar prácticas abusivas de los formadores de precios.
La
Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) ha expresado: "Así como el derecho del consumidor
protege a éste de informaciones falsas o engañosas que distorsionan la relación
de consumo, el derecho a la libertad de expresión debe garantizar que las
personas puedan acceder a la mayor cantidad de informaciones e ideas para
formarse sus propios juicios de valor sobre las cuestiones de interés público.
La circulación de informaciones y el debate de ideas nunca pueden suplantarse
con una verdad «oficial» sobre diversos aspectos que atañen al funcionamiento
del Estado y la sociedad".
La
sanción a Consumidores Libres es la primera medida que se aplica en nuestro
país a una entidad de este tipo y la única en el mundo: no se registra ningún
antecedente en ninguna nación de la tierra. Países con gobiernos conservadores,
liberales, demócratas cristianos, socialdemócratas o socialistas, jamás
sancionaron a una entidad defensora de los consumidores.
En
este sentido, el país dejó sentado un lamentable antecedente.
Como
un eslabón más, para silenciar a las entidades defensoras de los consumidores,
está la insólita pretensión oficial de crear un Consejo Asesor para Evaluar el
Comportamiento Ético de las Asociaciones de Consumidores. En el reglamento, se
permite la participación de organizaciones no inscriptas en el Registro
Nacional de Entidades de Consumidores. En la primera reunión, llevada a cabo
por el consejo asesor, participaron organizaciones recientemente creadas al
calor oficial, no inscriptas, para juzgar a Consumidores Libres, que lleva 20
años de trabajo social ininterrumpido.
Para
comprender el carácter persecutorio de ese Consejo Asesor, basta señalar lo que
dice el artículo 7, inciso c, del reglamento: "La asociación cuya conducta
se evalúa no será convocada".
Todo
esto parece una ficción, pero, lamentablemente, es una triste realidad. Todavía
estamos a tiempo de evitar que se convierta en tragedia.
Hoy
podemos afirmar que los funcionarios al frente de las áreas del gobierno
nacional vinculadas a los consumidores de bienes y servicios se parecen a los
violinistas -con el respeto y admiración que se merece esa actividad - porque
ponen el instrumento sobre el hombro izquierdo, pero tocan con la mano derecha.
PUBLICADO EN LA © LA NACIÓN
(30-11-2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario